La explotación agrícola de Federico Curtaz, agrónomo y enólogo originario del Valle de Aosta, comenzó en Piamonte, donde desde muy joven quedó fascinado por la Monferrato,
el lugar donde sus abuelos poseían los viñedos de Barbera, de aquí nació la pasión por el vino.
En 2007 se convirtió en socio de la finca Fessina, en Sicilia. La tierra del Etna seduce a Curtaz y en 2014 inicia una aventura en su propio nombre, desde la gestión de los viñedos hasta la producción de vino,
desarrollando y cultivando su propia investigación sobre vides autóctonas. El amor por Sicilia reside precisamente en sus características y en la variedad de suelos, ambientes y climas que generan vinos de carácter y personalidad. Federico Curtaz asegura que Sicilia se manifiesta en los vinos, empezando por el Nero d'Avola Ananke, pasando por el Purgatorio, el Etna rosso, Gama desde el Etna blanco hasta el Kudos Etna blanco superior.
Otra selección que Acchiari te ofrece. Créame, vale la pena.